Hace algunos meses me quede sin empleo, y en un principio disfrute de descansar un poco y gozar como cuando se es niño de no tener responsabilidades. Sin embargo el tiempo fue pasando y todo el tiempo que tengo libre se convirtío en mi enemigo más cercano. Es realmente aterrador ser presa del ocio, darte cuenta que separando todo lo que has hecho en tu vida, aún no has hecho absolutamente nada por ti. Estamos acostumbrados a dejarnos llevar por la corriente como un barquito de papel, cumpliendo con las funciones específicas que rigen nuestra sociedad. Trabajar, Forjarse un Patrimonio, Casarse, Reproducirse y jamás, d verdad jamás nos detenemos un instante a preguntarnos si esa es realmente la única forma de vivir.
Como mujer a mis 26 años, para mi familía ya debería estar casada, quizás esperando a mi primer o segundo hijo. Como no es así entonces me cuestionan el área laboral, porqué no he encontrado el trabajo ideal?, que bienes materiales he adquirido?. Y aunque me cueste reconocerlo es frustante saber que no tengo una respuesta favorable a ninguna de esas preguntas. Por consiguiente he decidido ganarle esta batalla al ocio. No estoy dispuesta a autocompadecerme y mucho menos a seguir acumulando sentimientos de frustación. Para bien o para mal este tiempo fuera me ha servido para entender que necesitaba inspiración, pero no comprendía que estaba dentro de mi. Me canse de buscarla en mis emociones, en algunos momentos. Pero finalmente entendí que solo me corresponde a mi, esta es mi vida y voy a tratar de vivirla de esa manera, para mí. Dejando a un lado las expectativas que tienen quienes me rodean, pues al final de mi camino solamente estaré yo a mi lado, de la misma forma en que llegue a este mundo. Y sere yo misma quien me cuestionaré por la felicidad o infelicidad que logré.
