21/4/12

De mi corazón de condominio

Siempre me ha dado problemas el corazón cuando de amor se trata, meter en el mismo espacio a más de una persona sin duda degenera en conflicto.
Con esto no quiero decir que soy una infiel que lleva relaciones paralelas ni mucho menos. Simplemente dejo que mis emociones tomen las riendas de mi vida, cuando de formar parejas se trata.

Hoy quiero contarles sobre mis amores. 
He tenido más amores que los años que tengo viviendo.
Como todos algunos han sido correspondidos y me han regalado dulces sabores y calidos momentos.
Otros más turbios que el agua estancada en una coladera, absurdos, rídiculos pero determinados por el factor de la necesidad.
Si, esa necesidad tonta de tener a alguién a tu lado, de deseo, de confusión.
Otros de una sola vía que me han dejado cicatrices invisibles pero que permanecen en el tiempo.
Y otros, mis favoritos los que no se dieron, los que se escondieron.
Por cobardía, porque no era el momento, los que querían un ingrediente extra.
 Esos amores que llenan mis entrañas, que vacio en letras porque en acciones no me caben,
Esos amores caminan conmigo y me hacen despertar cada mañana.
He pasado mi vida enamorada.
La primera vez tenía 4 años y mi única felicidad era sentarme a su lado en el jardin de niños.
La segunda fue a los 6 solo lo veía en vacaciones, pero esos 3 meses de juegos me hacian sonreir el resto del año.
La tercera y el inicio de todas mis pasiones fue a los 11 cuando el amor me mostro otra cara diferente.
Me tomo 6 que se fijará en mi y como en las clásicas novelas románticas no se quedo conmigo.
Y tampoco se quedo con nadie. La muerte se lo llevo como una broma del destino.
Y ahora, otros 6 años más tarde una  parte de él como un fantasma aún habita en uno de mis apartamentos.

Así vino otro a los 15 y a los 17 y después de perdí la cuenta.
Nunca supe cual era la razón de sentir tantas cosas por personas distintas, me gusta pensar que en algún lugar lejano o quizás muy cercano esta otra persona destinada para caminar a mi lado y ocupar todos los huecos que otros han dejado en mi alma.
Quizás lástimé a algunos que compartieron una etapa de su vida conmigo y si fue así me gustaría que supieran que no fue intencional.
Que solo somos titeres y Dios, o una fuerza llamada destino juega con nosotros,  pero no en un mal sentido sino preparandonos para estar con la persona correcta.
Aun así no dejo de preguntarme porque muchas emociones no se van.
Hay personas de las que ni siquiera recuerdas el nombre, pero hay otras que resulta hasta tonto seguir atado a su recuerdo.
De cualquier modo yo elijo aprovecharlo, todo el amor que tengo acumulado es el motor con el que camino, el que me lleva a buscar siempre la sorpresa, la chispa.
Soy una fanatica del amor, me gusta descubrir en el otro lo que hay detrás de una mirada, de un gesto. Porque es ahí donde se esconden las pasiones, las que no se dicen, las que no se explican, las que determinan lo que vendrá a continuación.
Me gusta aspirar su aroma, probar sus multiples sabores.
Y he llorado por supuesto, y me ha tocado estar en el otro lado de la acera, pero no se puede apreciar lo dulce sin lo amargo, y no puedes ganar sin haber aprendido a perder y a reconocer quién eres detrás del espejo y descubrir que tus carencias no son más que un arma para amar tal vez menos pero mejor.
Así que aquí sigo mirando, oliendo, escuchando, prestando atención a todo lo que me rodea y con la certeza absoluta de que muy pronto nos vamos a encontrar......